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La pintura es una de las mejores maneras de renovar una habitación. Sin embargo, elegir las tonalidades puede ser mucho más complejo de lo que parece. Por eso, a continuación, vamos a hablar de una tendencia que no ha dejado de crecer a lo largo del tiempo: pintar una habitación de matrimonio en dos colores.

Consejos para combinar colores en una habitación matrimonial 

El color tiene la capacidad de generar diferentes sensaciones. Por eso, a la hora de elegir los mejores para una habitación, hay que primero pensar en qué es lo que se quiere lograr a través de la pintura. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que el dormitorio es un espacio que debe ser relajante, confortable, evitando los colores muy llamativos y buscando optimizar la iluminación.

Dentro de los principales criterios a tener en cuenta a la hora de elegir los colores, se destacan el tamaño de la habitación, la cantidad de luz natural que esta recibe, el color del suelo, el diseño general del dormitorio, entre otras cosas. También hay que tener en cuenta que las texturas de las telas de la habitación pueden condicionar el diseño combinando mejor con algunos estilos antes que con otros. 

Pintar una habitación matrimonial en dos colores

Siguiendo lo mencionado con anterioridad, vamos a ver a continuación algunas formas de pintar una habitación de matrimonio en dos colores y sacar el mayor provecho. 

Colocar un color intenso en la pared a la cabecera de la cama

La elección de un color más intenso para una de las paredes de la habitación es algo que ha ido ganando gran interés en la decoración desde hace tiempo. Una de las mejores formas de implementarlo es eligiendo la pared donde se ubica la cabecera de la cama, que es algo que genera un diseño moderno y elegante. 

Especialmente en los casos en los que los dormitorios tienen una ventana grande que permite el ingreso de mucha luz natural, una pared oscura o de un color más fuerte puede ser una gran oportunidad, ya que no será capaz de oscurecer la habitación. 

Cambiar el color del techo

Otra de las tendencias que ha ido creciendo con el paso del tiempo tiene que ver con cambiar el color de techo respecto del color de las paredes, especialmente eligiendo uno más claro para estas. Al tener un color un poco más oscuro en el techo se logra un efecto de acercamiento visual del mismo. 

Esto es algo que se hace especialmente para los casos de habitaciones con una altura muy alta. Sin embargo, también puede ser de gran utilidad para los dormitorios con techo de madera a la vista o para los techos a dos aguas. De todos modos, la diferencia de color en estos casos suele ser sutil. 

Dividir la pared a la mitad

Para quienes buscan opciones que puedan ser un poco más arriesgadas, una de las alternativas es crear un zócalo a la mitad de la altura de la pared (o un poco más arriba, dependiendo de cada caso en particular), dejando una mitad del dormitorio más oscura que la otra.

Si se elige esta opción, lo que se suele hacer es dejar el color más oscuro en la parte de abajo de la pared, para evitar que el efecto final pueda ser de oscuridad. En lo que respecta a los colores, esto va a depender del estilo que se quiera tener en la vivienda, pero se recomienda evitar aquellos colores muy llamativos que puedan obstaculizar el sueño o los tonos muy oscuros.

Elegir colores contrarios 

Una de las claves a la hora de pintar una habitación de matrimonio de dos colores tiene que ver con apostar a los colores contrarios. Se trata de colores que están en los sitios opuestos en la clasificación de los colores. Si estos se eligen bien, se puede lograr un efecto de contraste pero que no por ello pierda el equilibrio. La forma más común de hacerlo es eligiendo un tono predominante y matizándolo después con tonos más neutros.

Optar por colores de una misma gama

En caso contrario al ejemplo mencionado con anterioridad, otra de las posibilidades a la hora de pintar una habitación matrimonial de dos colores tiene que ver con elegir tonos de una misma gama. Lo que se suele hacer es elegir un color y buscar diferentes tonalidades e intensidades dentro de este. Es una alternativa que permite una mayor experimentación, pudiendo elegir dos intensidades o muchas más. 

Pese a ello, un criterio a tener en cuenta si se elige esta opción es dejar el tono más claro para las superficies más grandes, para que la luz pueda reflejarse y se pueda optimizar la iluminación natural de la habitación. Después, el tono más fuerte u oscuro se recomienda para los complementos pequeños, dejando los tonos intermedios para las superficies medias, como pueden ser los roperos, la ropa de cama, entre otras cosas.

Destacar algunos elementos con color

Finalmente, la última opción de la que queremos hablar en esta ocasión tiene que ver con destacar, a través de los colores, ciertos elementos clave en la habitación. Estos pueden ser desde la puerta hasta las molduras, el marco de la ventana, las puertas de los roperos, entre otras cosas. Es algo que suele emplearse en el diseño vintage para generar puntos focales en determinados espacios del dormitorio.

De todas maneras, en caso de preferir esta alternativa, es importante jugar a los contrastes. Lo que hará que estos elementos se destaquen es que el resto de la habitación muestre un estilo más uniforme. Para este estilo, se pueden elegir tanto colores opuestos como colores de la misma gama.

Conclusión

Las mencionadas con anterioridad son algunas de las mejores maneras de pintar una habitación de matrimonio con dos colores. Las posibilidades son infinitas y permiten adaptar la habitación a la personalidad y a las necesidades de cada pareja y familia en particular. Por eso, elige la mejor opción para ti y la que mejor se adapte a las características del espacio, a fin de lograr los mejores resultados.